Receta: Como Tener Niños Felices, Preparados para Vivir en un Mundo tan Diverso

Por: Claudia Soruco

Cuando hablamos de niños felices imaginamos niños sonrientes, optimistas, competentes, tranquilos, seguros y despreocupados ; niños que gozan cada instante y pequeño detalle que la vida les ofrece. Si bien todo lo anterior es cierto, pareciera que nos olvidamos de considerar un nuevo ingrediente, niños que sepan vivir felizmente en una sociedad llena de diversidad. Es decir, niños que no solamente sean felices en su propio mundo sino también niños que sepan jugar con otros con la única meta de divertirse y sonreír, sin ningún tipo de estereotipos que los dividan. Este último tipo de niños es el que deberíamos “preparar” para una existencia más sabrosa y placentera en esta vida.

Necesitamos niños que vivan plenamente en un mundo cada vez más plural, diverso, y globalizado; en el que existe una diversidad de razas, opiniones, cultural, lenguas, personalidades, creencias religiosas, tendencias sexuales, etc. Familias y escuelas, acá les paso una de las miles recetas para lograr que todos nuestros niños vivan y convivan felices en un mundo tan colorido, y que a su vez su felicidad contribuya al logro de un mundo más feliz.

 

ninos felices mundo diverso

Ingredientes:

  • 3 Kg de tolerancia y respeto
  • 2 Kg de creatividad
  • 2 tazas de compasión y caridad
  • 5 cucharadas de gratitud
  • 200 ml de asertividad
  • 100 gr. de capacidad de trabajo en equipo
  • 5 litros de inteligencia emocional
  • 50 gr de proactividad.

receta ninos felices

Preparación:

La base de una existencia feliz ante un mundo diverso es la tolerancia y respeto. Sin este ingrediente será muy difícil tener nuestro plato final. Así que mi consejo, es que corras a tu punto de abastecimiento más cercano para conseguirlo. Este punto puede ser algún amigo, profesor, familiar, psicólogo, o cualquier otra persona que tú consideres que pueda enseñarte a ser más tolerante y respetuoso. Una vez que lo consigas, podas transmitirlo a tu(s) niños ( ya sean hijos o estudiantes).

Con tolerancia y respeto, los niños entenderán que cada uno en este planeta es diferente y que eso no está mal. Aprenderán a relacionarse con otros que no son “idénticos” a ellos, lo que les permitirá un gran crecimiento personal. No se sentirán frustrados de tener que escuchar y ver realidades que son distintas a las de sus vidas personales y familiares e incluso culturales, lo que aumentará su grado de felicidad y satisfacción con la vida.



Añadiendo “creatividad “a nuestro platillo principal logramos su toque especial. La creatividad es lo que le ayudará al niño a responder a un mundo cada vez más cambiante. Una mente creativa, es una mente feliz ya que es capaz de crear e idear situaciones y acciones más placentera. Un niño creativo podrá, por ejemplo, pensar en soluciones originales y resolver conflictos que se generan por diversas opiniones y estilos de vidas.

Las tazas de compasión y caridad son otro componente esencial en la elaboración de niños felices en un mundo diverso. Si estas cualidades se mezclan y disuelven con tolerancia, respeto y creatividad, es más probable que el niño (a) encuentre más fácil ayudar, aceptar y ser amigo de alguien cuyo color de piel o nivel socioeconómico sea distinto al suyo.

Sin el agregado de gratitud a nuestro menú, el sabor agrio derivado de la comparación social y la envidia no desaparecerá. En un mundo tan diverso es inevitable que cada quien tenga cosas, estatus, situaciones diferentes;lo que puede crear sentimientos de competencia entre unos y otros. La mejor forma de ser feliz y evitar este tipo de sentimientos negativos es enfocándose y agradeciendo por lo que uno es y lo que tiene. Los niños tienen la capacidad de aprender gratitud desde muy temprano en sus vidas.

Ahora si a todo este le añadimos asertividad, el niño (a) no sólo es capaz de respetar otros sino que tendrá las herramientas necesarias para ser respetado cuando exprese sus puntos de vistas que difieran a lo de los otros. Esto será posible porque sabrá como comunicarse de una manera genuina que no agreda a los demás, sabrá decir NO y negociar con otros, de manera tal que su individualidad no se verá comprometida.





Otro ingrediente que no puede faltar es una gran capacidad para trabajar en equipo. Atrás ya quedaron los tiempos en la que un niño encontraba únicamente satisfacción y felicidad en trabajar de manera solitaria e independiente. Hoy en día, nuestro mundo diverso exige relaciones exitosas con todo tipo de personas y un desenvolvimiento efectivo en cualquier tipo de escenario. Para trabajar en equipo es necesario del primer el componente principal: tolerancia y respeto.

ninos felices trabajo en equipo

Al igual que asertividad, una dosis de inteligencia emocional es lo que le ayudará al pequeño a desarrollar y mantener su propia identidad. Cuando el niño es capaz de indagar, detectar, y reconocer sus propias emociones, este es igualmente capaz de poder identificar cierto tipo de prejuicios y estereotipos que tenga hacia un grupo determinado. Una vez identificado, se podrá hacer los cambios necesarios.

El último ingrediente, es el que permite al niño (a) tomar acciones una vez que reconoce sus emociones; este es “proactividad” Sin duda alguna, un niño que toma la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan y que ve que estas cosas traen resultados positivos para muchas personas, es un niño feliz. Alguien proactivo no tiene porque aceptar el mundo tal y como es sino que por el contrario busca que hacer para que tanto él como las personas que le rodean vivan más felices.

Si bien esta es una buena receta, no existe una receta ideal para garantizar la felicidad de nuestros niños en un mundo diverso. Lo único que podemos hacer como padres y educadores es dar lo mejor de nosotros y seguir alguna de estas directrices para maximizar las posibilidades de que el día de mañana nuestros niños se conviertan en adultos felices que saben cómo vivir en una sociedad bastante diversa y compleja.

Espero tus comentarios

Gracias por tu tiempo,

Claudia




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